Imagina que tienes algo que decir (pedir comida en un restaurante, pedir una dirección o ayuda, invitar a salir a alguien que te interesa, responder a preguntas en una entrevista de trabajo, hablar en una reunión) pero tu cuerpo no te deja decir un sonido concreto.
Presionas durante unos segundos o incluso durante un minuto para intentar controlar tu boca, pero tu cuerpo no te deja. Es como si mantuviéramos pulsado el botón de un mando a distancia que no funciona del todo bien hasta que finalmente hace lo que hay que hacer.
La tartamudez puede manifestarse en forma de re-re-re-repeticiones, prrrrrooollllooooongaciones y, como se ha descrito anteriormente, b... b.... b... bloqueos. Movemos otras partes del cuerpo, como dar un pisotón, parpadear o perder el contacto visual para acomodarnos. Este es el intento de nuestro cuerpo de prepararse para decir el siguiente sonido que estamos intentando decir.
Esto no tiene nada que ver con estar nervioso o asustado. Cualquier ansiedad que podamos sentir está causada por la presión social para hablar con fluidez y no parecer o sonar diferente. No tiene nada que ver con "olvidarse" de respirar (la respiración es automática). La tartamudez no tiene nada que ver con el nivel de inteligencia, la mentira, la crianza, ni con "saber hablar".
Las personas que no comprenden la tartamudez tienden a hacer cosas locas como mirarnos de forma extraña, intentar terminar nuestras frases, ponernos malas notas en la escuela, no contratarnos, no promovernos, intimidarnos o reírse de nosotros ("¿Tartamudeo?" no es divertido).
Simplemente, necesitamos un poco más de tiempo para decir lo que tenemos que decir. La organización benéfica británica STAMMA lo explica mejor en la página “Talking with someone who stammers” (Hablando con alguien que tartamudea) de su sitio web:
STAMMA ofrece un recurso completo que incluye las causas, las curas (alerta de spoiler: no hay ninguna), consejos para los amigos, la familia y los allegados, y más en la sección ¿Qué es la tartamudez? de su sitio web.
¿Eres miembro de los medios de comunicación, periodista, escritor, bloguero, terapeuta de lenguaje y habla? Encontremos las palabras adecuadas para crear un mundo en el que las personas que tartamudean puedan vivir con dignidad y respeto.
Por favor, consulta las guías editoriales entorno a la tartamudez.
Amablemente traducido por Fonoaudióloga M. Fernanda Tamagnone, Especializada en Tartamudez.